Nos fumamos las ganas de hablar a caladas lentas, adictivas...
¡Y tan adictivas que terminamos con todas!
¡Y tan adictivas que terminamos con todas!
Esnifamos sin dudar los silencios a solas, de una única vez.
¡Qué ímpetu!
¡Qué ímpetu!
Y cuando nos hizo falta, creímos que con inyectar un poco de novedad bastaría, pero no, no fue suficiente.
Éramos dependientes.
Todavía no habíamos definido la droga, pero estaba claro; ya asiduos. No dijimos esta o la otra, no tenía etiqueta. Poco importaba la forma, mas era necesidad.
Y nos quedamos sin nada, nos vimos vacíos. Vacíos totalmente y sin conocer la forma de llenado.
¿Dónde habría más de aquel éxtasis?
Y podría decir que teníamos algo, ¿nos teníamos el uno al otro?
¡Qué va! Si es por quedar, solo nos quedamos con un mono impresionante.
¡Qué va! Si es por quedar, solo nos quedamos con un mono impresionante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario