viernes, 30 de agosto de 2013

Por los nervios.

Descubrí que te quiero por los nervios.

Por saber que no estás,
que no vas a venir y hacerme la indiferente.

Descubrí que sé muchas cosas aunque sólo las crea.

Por los sueños y las ganas
que echan un pócker apostándome la sonrisa.

Entendí, después de ti,
que el mejor cazamariposas es el que las deja volar e irse,
el que te deja irte..

y ya nos olvidaremos,

que somos jóvenes,
que me sobra tiempo para explicarle a cualquiera que te quiero por los nervios que no quiero achacar a otra sonrisa,
pero a todas: te quiero.

martes, 27 de agosto de 2013

Algo habrá que decir, hablemos.

Hablemos de imperfección, de tener el mundo en las pestañas y reír, de crímenes pasionales en nombre del amor que jamás nos dieron.

Hablemos de ti, de mí, de cómo aprendimos a huir o de cualquier manera -miente si quieres- hablemos.

Hablemos de todo el optimismo que cabe en soplar las velas y pedir un deseo, de volver a ser niños.

Hablemos de cómo ha subido el coste de la felicidad, promete que no estamos en crisis de sentimientos.

Hablemos de las veces que nos retamos 'a ver quién aguanta más sin pestañear' como excusa para no dejar de mirarnos, de las cobardías para parecer valientes.

Háblame,
-por favor-
de que, a ratos,
tú también me has querido.

O sólo escucha.
Tengo el amor de rebajas y por ser tú, al precio de siempre: la vida o nada.

(sigo apuntando,
con el corazón en tus manos,
y vaya atraco más idiota,
si aunque gane,
soy quien lo pierde)

viernes, 16 de agosto de 2013

Whatever but'

Siempre he creído
que el precipicio hay que verlo de arriba
-retando al vértigo-
y bordeando el filo del abismo
con la caída en las pestañas,
que, ante la duda,
volar es la mejor opción.

Siempre he sido de pensar en el trayecto
con la sonrisa a mil por hora
y la adrenalina de los besos,
mucho más que en el suelo
-aunque no tenga ni idea de aterrizajes
y todo apunte a forzoso-

Será porque supongo que
-cuando hasta la seguridad es un peligro-
poco hay mejor que verte
bailando entre océanos,
mientras me piso las ganas
de ahogarnos juntos,
dejar los planes de huida en el bar
y saltar con los bolsillos vacíos.

O porque los salvavidas son miedo de más
y desde que dejaste de llamar al amor 'mentira'
yo no temo a nada.

Así que si algún día dejo de jugármela,
si algún día vivo en blanco y negro..
a la hoguera conmigo..
mejor quemarnos,
que con el fuego aburrido.

Porque yo no sé volar,
pero tengo cicatrices sin por qués,
que hablan entre heridas
de cada por quién en el que me estrello.

Y tú no sabes qué bonito has dolido,
mientras juntabas las piezas del puzle,
ni la de veces que he dicho 'feliz'
para insultarme al espejo.

Pero entiendes de hacerte trayecto
y destino,
punto de partida
y de llegada,
mejor que nadie..

Quiero decir que, contigo, feliz es un piropo.