viernes, 11 de noviembre de 2011

Arriesga;

Que no te dé miedo apostar
que -a veces-
también se gana.
El riesgo vale la pena,
la caída es inevitable -cierto-
pero qué hay con eso de:
Hey, mírenme, estoy arriba.
¿es agradable, no?
Y por qué negarte al placer.
Que sí, que también lo sé,
que después del éxtasis,
no hay más que decadencia,
que sí, que lo he visto,
que cuando llegas a la cumbre,
cuando no queda nada por subir,
la caída es inevitable;
pero que, yo sé,
y sé que tú sabes,
que aunque sea poco,
casi nada,
-e incluso menos-
el tiempo que pases arriba;
el medio segundo que dura tu sonrisa,
las milésimas de un roce,
o el insignificante momento
de aleteo mariposal
en tu estómago
evocan al tempus fugit
y ¡aprovéchalo!
Ahora piensa,
si puedes vivir un minuto
de felicidad absoluta
qué más dará algo de desgracia consecuente;
¡que te quiten lo bailao!
Carpe diem, buenas noches y descansa.