Podíamos pelearnos,
una, dos, quince veces -al día-
y poco pasaba...
No había nada que lo recordase, cierto;
''En cada reconciliación nos hacemos más fuertes''
Yo, tú, nos...mentimos.
Me gustas cuando te enfadas,
y te prefiero así,
y hasta te pones guapo,
y será por eso que siempre te busco las cosquillas,
y por eso debe ser.
Que me gusta lo difícil;
''Es divertido, nos entretiene''
Yo, tú, nos...mentimos, bis.
Claro que ¡todo tiene solución!
nos queremos que es lo que importa,
y esas cosas tan así,
que casi son monas,
y noséqué,
y nosécuánto,
y al final..no tanto.
Culparnos a ti, a mí, a ambos, y no querer echar las culpas;
''No te preocupes, olvidado''
Yo, tú, nos...mentimos, nuevamente.
Abrir el libro por la página nueve,
que es la primera -¡cosas de imprenta!-
y empezar de nuevo,
muchas veces,
algunas más,
y otras tantas,
¡siempre lo mismo!
Pero las páginas en blanco no se nos acaban;
''Volvamos a intentarlo''
Yo, tú, nos...mentimos, por no variar costumbres.
Y cansa la rutina:
-¿Puedes - porfa,porfavor- cambiar un poco esto?
-Sí.
-Quiero decir sin yo, sin tú mentir, sin mentirnos..
-No.
-¿Es la voluntad suficiente?
-Yo te quiero.
Y esta vez la felicidad no estaba en quererse, ni en tratar de regalarsela el uno al otro -y viceversa-, sino en buscarla cada uno por su lado y dejarse en paz de una vez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario