viernes, 16 de agosto de 2013

Whatever but'

Siempre he creído
que el precipicio hay que verlo de arriba
-retando al vértigo-
y bordeando el filo del abismo
con la caída en las pestañas,
que, ante la duda,
volar es la mejor opción.

Siempre he sido de pensar en el trayecto
con la sonrisa a mil por hora
y la adrenalina de los besos,
mucho más que en el suelo
-aunque no tenga ni idea de aterrizajes
y todo apunte a forzoso-

Será porque supongo que
-cuando hasta la seguridad es un peligro-
poco hay mejor que verte
bailando entre océanos,
mientras me piso las ganas
de ahogarnos juntos,
dejar los planes de huida en el bar
y saltar con los bolsillos vacíos.

O porque los salvavidas son miedo de más
y desde que dejaste de llamar al amor 'mentira'
yo no temo a nada.

Así que si algún día dejo de jugármela,
si algún día vivo en blanco y negro..
a la hoguera conmigo..
mejor quemarnos,
que con el fuego aburrido.

Porque yo no sé volar,
pero tengo cicatrices sin por qués,
que hablan entre heridas
de cada por quién en el que me estrello.

Y tú no sabes qué bonito has dolido,
mientras juntabas las piezas del puzle,
ni la de veces que he dicho 'feliz'
para insultarme al espejo.

Pero entiendes de hacerte trayecto
y destino,
punto de partida
y de llegada,
mejor que nadie..

Quiero decir que, contigo, feliz es un piropo.