sábado, 20 de julio de 2013

Hechos reales.

'Hay viajes en los que es más importante el trayecto que el destino en sí'

Y mira que yo siempre he sido más de romper mapas,
pero lo entiendo.

Me imagino la vida como un viaje
y a mí como esa loca
-léase desquiciada, que loca es hasta suave-
que dice al chófer
'hasta la última parada'
sin ni siquiera leer en qué línea se ha subido..
supongo que me subiré en un circular,
que me pasaré 
-los años que toquen-
anonadada en el paisaje,
que si esto es bonito,
que qué interesante lo de más allá
y mira cómo brilla aquello otro..

y cuando el revisor me diga
'fin del trayecto'
estaré en el punto de partida
y seguiré siendo yo..
pero ya no seré la misma.

No sé si me explico..

Digo que crecer es como bailar,
aprendes el un-dos,
las vueltas sencillas,
luego cuentas hasta cuatro.

Te pisan y puede que te caigas,
pero llegan los ocho pasos,
vuelves a empezar mil veces y..
la primera vez que acaba la canción,
sin haberte equivocado
-sonríes-
pero no te confías
porque sabes que esta vez has tenido suerte,
aunque, quizá la próxima,
un milisegundo de despiste
acabe en un tropiezo.

Y a ver, llegas un día,
has visto mundo desde la ventana,
has roto los zapatos de bailar,
supones que debes saberlo todo,
empiezas un poema y dices:
'Me imagino la vida como un viaje'
alguien te mira,
y sin razón aparente, entiendes..

qué cojones sabré yo de la vida.

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