sábado, 8 de junio de 2013

without'

Llueve,
no encuentro el pijama,
se me han saltado los plomos,
estoy más a oscuras que la noche..
y llueve.

Llueve en junio,
como desafiando al verano,
llueve,
y yo también,
he vuelto a llorarte.

Llueve en junio,
y me repito las promesas que hemos callado,
arranco páginas a los libros que hemos leído,
y a los diarios que nunca escribimos,
duele.

Llueve,
y parece que
cada gota en el cristal suena a fracaso,
a los portazos de cuando te fuiste,
suena a la vida,
congelándose en tu adiós,
a todas las arrugas que salieron desde que no me tocas,
y a los espejos rotos para no verme sin ti.

Supongo que te lo he dicho,
pero está lloviendo en junio,
y eso no ocurría desde la última vez que viví sin que me ocurrieras.

Llueve y te he vuelto a llorar,
como si aún te recordara,
como si el cielo supiera que te sigo escribiendo,
llueve y no puedo dormir,
porque aún espero que no vuelva a salir el sol, al menos,
hasta que vengas tú,
te metas conmigo a las mantas y digas:
Tonta, ya no llueve, has asustado al frío con esa cara.

Llueve en junio,
porque sin ti,
hasta el tiempo se ha estropeado.