miércoles, 20 de noviembre de 2013

Pamplinas.

Digo feliz
y en realidad sólo estoy hablando de principios,
de empezar a coger la vida por los cuernos
-que a todos nos los han puesto-
y manejar al toro.

Quiero decir, feliz.

Como pararse a descubrir el paisaje de todos los días,
y que parezca inmensamente mejor con una sonrisa
-con la suya, si puede ser-

Digo que acabo de borrar la meta,
que joder las agujetas que llevo
desde que corro sin alcanzarla,
sólo porque la puse demasiado lejos.

Quiero decir, idiota.

Como cuando tienes el nudo en el estómago sin besos,
y crees que estás más segura si nadie puede alcanzarte
-pamplinas-

Alguien me ha dicho que todos mis blindajes,
son miedo.


Mi-e-do.


Lo he repetido despacio,
como si no entendiera el significado,
a ver si así descubría que no tenía razón.


Miedo.
Y tenía razón.

Porque he estado poniendo la meta imposible,
no por retar a la estadística,
sino porque en realidad
no quería conseguirla.

(Yo sólo quería sacarte de mi vida,
de verdad que sólo quería sacarte de mi vida)

He puesto las puertas con doble candado
y alarma si alguien se acerca,
sólo porque no quería que volvieras tú..

he sido tan idiota,
que ha tenido que venir cualquier feliz
a decirme que todos mis blindajes son miedo
y me ha costado creerle.


Resulta que llevo media vida hablando de finales
-de ti-,
perdiendo todo el tiempo de principios,
de paisajes repetidos
-e increíbles-
y de él,
que tú
-jamás-
sabrás darme.


Digo feliz,
porque he venido a hablarte de principios
y ni siquiera me hace falta contarlos

Sonrío.

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