He estado a punto de perder mi coletero favorito,
alguien ha decidido que aún no debía olvidarte
y me lo ha devuelto.
Aunque debo confesarte
que hubiera preferido decir
'jamás había visto ese coletero',
confieso que me ha faltado valentía para negarte:
pero me hubiese gustado.
Ni siquiera sé si he sonreído de agradecimiento,
o con resignación,
ni siquiera sé si he sonreído.
Pero supongo que como anécdota sólo lo entiendes tú..
(y el cielo)
Porque
ha
empezado
a
llover.
Y no es cuestión de rima, sino de énfasis:
el cielo y tú.
Quiero decir,
que meterme a la cama sin ti,
no es estar en la cama,
ni en ningún lugar un poco parecido
al paraíso atemporal que hacías tú.
Pero
al menos
puedo dormir.
-No te preocupes,
no suelo soñar-
Hoy casi te dejo atrás
y la inercia torpe de un 'nosotros' majadero
me ha impedido volar.
No sé si eres tú,
más fuerte que la gravedad pegádome al suelo,
o yo,
con mi miedo a levar anclas,
pero llevo mil y pico inviernos
esperando a la primavera:
aún llueve.