Coge esa punta, una, dos y ...no así no. ¡Jolín se me cae!
Anda tonta, si no es tan difícil, verás que acabamos rápido, pues yo, hace tiempo que sé que cuando hay que cambiar las sábanas, sacudirlas solo siempre es más difícil.
¿Me ayudas?
Claro, juntas.
Evidentemente.
Tal que siempre. Si te despierto a las 4:53 para preguntarte lo más absurdo y me contestas sin dudar y sin preguntar la hora, si además tienes para hacer un chiste y sacarme una madrugadora sonrisa tras interrumpirte el sueño, ¿quién da más?
Nadie.
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