viernes, 3 de enero de 2014

17.

Esto no es un poema triste de amor,
es la historia de un hasta y un nunca
que no se quieren encontrar

'no te quiero ni ver'
o 'no te quiero olvidar'

y los veinticinco portazos
que preceden a los veintiséis reencuentros;
las diecisiete llamadas perdidas
y ese mensaje de 'aún te espero'
la vez que dejé el móvil en casa
porque salí corriendo a buscarte.

Esta es la historia del orgullo y las ganas
peleando en el rellano,
para subir la escalera

pero nunca de la desidia.

Es la canción que nadie va a escribirte,
porque no es triste
-ni siquiera habla de amor-
pero no hace falta.

Estos somos nosotros,
que somos los de siempre
y no somos nada,
ni nadie,
ni queremos:

pero no te vayas.