viernes, 9 de noviembre de 2012

Anuncio.


Apadrine un poeta.

No son pocas las veces que he pensado en eso de mantener un alma libre. Llegar a casa y que alguien me diga eso de la infinidad de mis piernas, de la profundidad de mis ojos...que esté ausente pero escriba. Exprimirle mis sonrisas, que le dé sentido a la vida. Apadrine un poeta. Qué carajo…no se puede adoctrinar al buen poeta. Vuelve a casa cuando le place, tan borracho como apetece  y escribe si la copa llevaba musa.  Y entonces, casi siempre he pensado que no se puede mantener a un poeta, que hay que putearle.

Se busca poeta, alma libre, que no quiera que le encuentren, remuneración de mierda, un poeta que las pase tan putas para vivir que tenga en qué cagarse al llegar a fin de mes y lo escriba, se busca bohemio desengañado y roto, que siga creyendo en el amor. Se busca romántico, trasnochado, borracho, se busca. Y a quien lo encuentre…que no lo deje ir.

Apadrinar a un poeta…debería consistir en proporcionarle un poco de alcohol cada día, y buen sexo semanal. O en no ofrecerle nada y dárselo todo en un juego sin reglas.

2 comentarios:

  1. oye! perdona que vuelva a molestar pero es que cuanto mas leo mas me gusta
    parece que escribas por mi
    gracias!

    ResponderEliminar